Iván Racaj, inspector de la Brigada de información de la Policía Nacional, ha aceptado en una vista previa al juicio, la condena de un año de prisión y pagar una indemnización de 7.000 euros al fotoperiodista agredido Jordi Borrás, al reconocerse como autor de un delito de lesiones. Fue un ataque por “motivos ideológicos”, tal y como se recoge en la sentencia, que da por probado que la agresión que llevó a cabo el condenado contra la víctima se realizó al grito del policía de “¡Viva España!” y ¡Viva Franco!
Ocurrió en un acto independentista
Los hechos ocurrieron en julio de 2018, cuando Borràs cubría la presentación de la Crida Nacional per la República. Según testigos presenciales, y tal y como queda recogido en la sentencia, el policía reconoció al periodista y empezó a increparle al grito de “¡Viva España!”. Su actitud se volvió cada vez más violenta hasta que empezó a propinarle golpes, momento en algunos asistentes al acto intervinieron para intentar detenerlo y se percataron de que el policía llevaba también una navaja. Entonces Racaj se identificó como agente de la Policía Nacional.
El policía interpuso también una denuncia contra Borràs por supuestas lesiones sufridas que no ha quedado acreditada. Esta denuncia contra el fotoperiodista ha sido retirada hoy por Racaj como parte del acuerdo con la Fiscalía, que pedía para el policía 2 años de cárcel y el pago de una indemnización de 7.500 euros para la víctima.
Agredido por independentista y antifascista
Según declaraciones de Borràs a la Cadena Ser, cree que fue agredido por “independentista” y “antifascista”, y apunta que no se esperaba esta victoria y que está seguro que el reconocimiento de los hechos por parte del policía tiene que ver con la existencia de hasta cinco testigos presenciales que iban a corroborar en juicio la versión de Borràs. Ahora explica que su único objetivo es que este policía sea expulsado del cuerpo.
Simpatizante ultraderechista
Iván Racaj es inspector de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional y está adscrito a la comisaría de la Verneda como agente experto en información sobre extremismo yihadista, y abiertamente simpatizante de la ultraderecha. Según Borràs, esta simpatía está bastante más extendida en la Policía Nacional que en otros cuerpos de las fuerzas de seguridad públicas.