De un sartenazo en la cabeza, fue como un trabajador de unos conocidos grandes almacenes de Albacete redujo a un atracador que habría accedido a su local a robar dinero de la caja registradora.
Como adelantó El Comercio, el delincuente, de 30 años y origen sudamericano, se dirigió directamente al departamento de menaje de cocina y se interesó por la compra de unos cuchillos. La dependienta, de 45 años, le enseñó varios ejemplares y el hombre cogió rápidamente uno de ellos que le colocó en el cuello bajo la amenaza de clavárselo si no le entregaba el dinero de la caja. En ese momento, un compañero de la víctima que había sido testigo de los hechos no se lo pensó dos veces y, tras coger una sartén de la misma sección, se la estampó en la cabeza al atracador, al que redujo de esta guisa.
La resistencia de la sartén quedó sobradamente acreditada, pues el hombre cayó desplomado e inconsciente y fue retenido por los trabajadores de seguridad de los grandes almacenes, que después lo entregaron a la Policía Nacional. El atraco se saldó finalmente con la detención del atracador y con la dependienta herida leve por cortes en una muñeca al intentar zafarse del delincuente.