Al igual que Quim Torra, Carles Puigdemont considera que la sentencia del procés vulnera los derechos democráticos de miles de catalanes que depositaron su confianza en los líderes independentistas encausados. Ha rechazado la sentencia y la calificado de “injusta y, por lo tanto, de inhumana”.
El expresidente ha asegurado que “nada les apartará de las convicciones independentistas” y que la sentencia de hoy “confirma la vía de la represión”. “Hoy se reafirma la necesidad de vivir en un país libre, donde exista una separación real de los poderes y en el que nadie tema por poner en práctica sus derechos y libertades” ha sentenciado Puigdemont desde la delegación de la Generalitat en Bruselas.
Acompañado de Comín, Serret y Puig, el que era presidente de
la Generalitat cuando se celebró el referéndum del 1 de octubre ha lamentado
que los catalanes vivan en un estado de miedo, control, amenazas y espionaje.
Además, ha asegurado que los líderes hoy acusados de sedición y malversación
han sido víctimas de una
“detención arbitraria” y, como consecuencia de dicha detención, “víctimas de
una vulneración de sus derechos políticos”.
Carles Puigdemont también ha recordado que buena parte de los encausados deberían estar ejerciendo las funciones políticas por las cuales fueron elegidos democráticamente en las últimas elecciones y, en este sentido, ha hecho un llamamiento a ir a votar el próximo 10 de noviembre. Además, ha animado a la ciudadanía catalana a movilizase y protagonizar acciones de desobediencia civil, siempre no violentas, para “revertir la receta del Estado, basada en la represión”. Antes de finalizar su discurso ha asegurado que la sentencia “confirma la negativa de cualquier diálogo posible” y ha remarcado que, ante esta situación, la única opción es “ejercer la democracia”. Finalmente ha acusado a Europa de ser cobarde y no responder con efectividad ante la situación que vive Catalunya.