Un agente de la Policía Nacional, de 53 años, ha sido condenado a nueve meses de prisión y una multa de 18 meses por cometer dos delitos de abuso sexual contra su compañera de servicio, a la que había drogado echándole lorazepam en el café para poder cometer los abusos. Los abusos se produjeron en dos jornadas distintas, la primera en una fecha indeterminada de enero de 2020.
Drogada por su compañero
La víctima se quedó dormida después de ingerir la bebida con el químico que previamente había preparado el agente condenado, momento que aprovechó el hombre para cometer los abusos, según la sentencia dictada por un tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia provincial de Alicante.
En la primera de las agresiones, el abusador aprechó el estado de somnolencia de la víctima para el «aprovechó para desabrocharle el cinturón, bajarle la cremallera del pantalón, ver la ropa interior y tocarle un pecho«, según la sentencia.
La segunda agresión se produjo durante la vigilancia del hospital de campaña por la Covid-19, cuando, después de drogar a su compañera y que esta se quedara dormida entre las 22.45h y las 05.00h de la mañana de la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2020. Según la sentencia, el agresor aprovechó esas horas para «desabrocharle el botón interno del ceñidor del cinturón y bajarle la cremallera del pantalón para verle las bragas«, tal como adelanta La Vanguardia.
Cuatro meses y medio de condena por cada abuso
El acusado reconoció los hechos en el momento del juicio, por lo que además de la ínfima condena de cárcel por los dos delitos, que ha quedado suspendida al no tener el acusado antecedentes penales, el tribunal condena al procesado al pago de las costas procesales y a indemnizar a la víctima con 13.300 euros.
¿Por qué razón la condena es de 9 meses si el Código Penal indica entre 1 y 3 años por abusos sexuales?