Según los informes elaborados por los Mossos sobre el presunto caso de corrupción urbanística en la Diputación de Lleida, la Coordinadora General del ente municipal, Marlen Minguell, realizó gestiones, al más alto nivel para que su sobrina, María Teresa Pons Minguell y el marido de ésta, fueran beneficiarios de una subvención para impulsar un proyecto en una explotación agraria valorado en 5 millones de euros.
Llegó hasta el gobierno
Según el atestado policial que obra en poder del juez, Minguell contactó directamente con quien en 2016 era Conseller de Economía y Empresa, Jordi Baiget Cantons y con la Consellera de Agricultura, Ramadería y Pesca, Meritxell Serret i Aleu.
Minguell, mano derecha del que fuera Presidente de al Diputación Joan Reñé — también imputado–, contactó personalmente para hablar de la controvertida subvención con su compañero de partido (PDACT), Jordi Baiget, el día 9 de julio de 2016.
Ese mismos día, según los informes policiales en poder de eltaquigrafo.com, Marlen Minguell habla con su hermana, la madre de María Teresa Pons, Minguell, y le dice que…: “He hablado con el conseller Baiget y le he dicho que nos veremos. Y él ha dicho si, si si…tranquila . Díselo a tus hijos”.
El padre de la consellera
En otra conversación interceptada por los mossos el día 30 de junio de 2016 Marlen Minguell habla con del empresario y amigo, Francesc Xavier Ballabriga sobre que su sobrina “ha informado al tal Serret, padre de la entonces consellera, Meritxell Serret”.
De hecho en otra conversación, en este caso interceptada el día 28 de junio del 2016, Marlen y Ballabriga confirman que la sobrina de la Coordinadora General se ha entrevistado personalmente con Meritxell Serret “y ésta se mostró muy interesada en la viabilidad del proyecto de María Teresa Pons”.
Proyecto en saco roto
En las diligencias a las que ha tenido acceso este medio los Mossos añaden que “las diversas gestiones realizadas por Minguell con la colaboración de Ballabriga fueron enfocadas a buscar una entidad local que pudiera avalar el proyecto, al impulso para la creación de una fundación que pudiera darle cobertura y a la búsqueda de propuestas para hacer idóneo el proyecto al objeto de ser beneficiario de la subvención”.
La complejidad y el detalle de los requisitos que contemplaba la convocatoria pública para la selección de proyectos de especialización y competitividad (PECT) enmarcados en el programa FEDER “hicieron desistir a sus promotores”. La subvención no se llegó, pues, a conceder.